Al final será el verbo
Más adelante, cuando todos hagamos arte todo el tiempo, quizá la obra sea simplemente la enunciación mágica del nuevo verbo: acabará cerrándose así un ciclo muy largo, y al final será el Verbo.
Puede que ese verbo futuro (y esa obra futura) sea algo parecido al verbo "declarar". Interconectado por todos sus poros y a solas en su red de redes, el artista ya no hará arte: lo "declarará". Y su declaración se confundirá con los millones de declaraciones flotantes en la nube virtual, y ni él, ni ninguno de sus hermanos artistas serán capaces de atender a las restantes, o de apreciar, siquiera, la fusión de todas las declaraciones en una sola, total e invisible: estaremos dentro de ella y faltará un punto de vista desde el que apreciarla.
Dora García ha puesto ya en marcha una obra interesante para el pabellón español de esta Bienal de Venecia: una performance de ochenta participantes que drará meses y se extiende por la ciudad. Quizá yvayan por ahí los tiros del arte futuro: luego serán más y más participantes, y más meses y años y siglos, y ciudades y paises y planetas enteros. Hasta que todos seamos performers, y la obrano acabe nunca.
Como tantas otras veces, Borges adivinó ese desenlace: en La Lotería de Babilonia todos los ciudadanos del reino se rifan sus papeles y participan en un juego sin principio y sin fin, de reglas tan complicadas que acaban reproduciendo y sustituyendo las reglas de la realidad misma. En el fondo de esto está otro motivo favorito de Borges: el del imaginario mapa a escala 1:1 que acaba por cubrir todo el Universo.. ¿No será así el Google Maps del futuro?. Dice Borges de su lotería cósmica: "También hay sorteos de propósito indefinido: uno decreta que se arroje al Eúfrates un zafiro de Taprobana; otro, que desde lo alto de una torre se suelte un pájaro; otro, que cada siglo se retire (o se añada) un grano de arena de los innumerables que hay en la playa". Esas tres cosas nos suenan. Huelen, claro, a arte contemporáneo.
Excelente reflexión.
ResponderEliminarRaúl.