Portada de un libro de apuntes, New York 1988
MI VIDA EN LOS HOTELES
¡La realidad? ¡¡Dios mio, qué estupidez!!
Mi vida en los hoteles ha sido una buena vida, si señor, la mejor. Hay una suite nupcial de un lujoso hotel llena de cucarachas. Pensiones de París que están abiertas toda la noche para que subas un ratito a llorar un desengaño, mires lo vacías que están las cuatro esquinas y vuelvas a seguir otra vez tu camino. Meublés de Barcelona que no se los desearía ni a mi peor enemigo. Hoteles mediterráneos en el sur de Portugal que adornan el hall con un cuadro mío. Camareros de habitaciones que te venden todo lo que te puedes imaginar sin necesidad de moverte de la cama. Hoteles con fuentes preciosas, con piscinas mirando al mar, saunas, gin-tónic, películas porno y goteras.
¿La realidad? ¿Quién la necesita? ¡¡Que se vaya, aquí no la ha llamado nadie!!
Dejadme volar de hotel en hotel, anidando en camas dobles, habitaciones con o sin bañera, no quiero volver a hacer una cama más en mi vida. Dadme tres plumas, tinta y un cuaderno y llenaré vuestras mesillas de noche de libros de dibujos para corazones solitarios. Retrataré mis sueños, uno a uno, con la precisión de un pintor renacentista. Sobre un fondo de ciudades distintas pintaré mil caprichos con los ojos cerrados y la ventana abierta al sur.
Escríbeme, no me llores, saca dos billetes para Estambul para el martes. Dile a la azafata que le ponga un paracaídas a la certeza, el desayuno a las nueve y media, y sobre todo, cuando salgas, cuelga el cartel de "no molestar" que hay mucho realista suelto.
CEESEPE, Mayo 1990
"Dibujos de alcoba"
Ediciones Cúbicas, 1990
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