Sumergir la cabeza bajo el agua. El cuerpo entero. Y oir sólo el mar. Que te envuelve. Todo lo de arriba, en la superficie, queda muy lejos. Aquí, abajo, hay otro mundo. Un silencio que te invade. Es tu momento de felicidad, de evasión, todo puede ocurrir. Incluso que pase cerca una sirena y te bese.
La constante de mi obra es la búsqueda de momentos felices de la vida. Los escenarios cambian. Clubs, la noche, los viajes, el mar, los puertos; pero el objeto sigue siendo el mismo. Atrapar ese instante mágico en el que uno hincha los pulmones, respira hondo, y mientras deja escapar un gran suspiro, siente que la vida es maravillosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario