... Pensé que cuando se ha dejado pasar el momento justo, cuando alguien se ha negado demasiado tiempo a algo, o se lo han negado, ese algo por fuerza llega demasiado tarde, por más que uno lo acometa con todas sus fuerzas y lo reciba con gozo. ¿O quizá no existe "demasiado tarde", sólo "tarde", y "tarde" es mejor que "nunca"? No lo sé...
"El lector" (Bernhard Schlink, Editorial Anagrama, 2009)