Cartas a un joven artista (II)

El arte es comunicación y uno debe compartir, mostrar, aprender de los demás, intercambiar, pero no necesariamente en una galería comercial. Hace décadas, el centro se desplazó de París a Nueva York, pero actualmente no hay centro. No tienes por qué estar en Nueva York, y tampoco es necesario que te precipites para entrar en el mercado. Parece que la gente corre de un lado a otro sin pensar, sin ninguna razón. Tú debes encontrar tiempo para ti mismo. Para correr riesgos. el arte mo es seguro. Es una apuesta; puede ser peligrosa. La imaginación sin riesgo puede ser aburrida.

(Joan Jonas. "Cartas a un joven artista". Ediciones el Ciprés, 2010)

Cartas a un joven artista (I)

Las escuelas de arte son como fumaderos de opio. Mientras estás dentro, el ambiente es acogedor, todo parece interesante porque todos fuman de la misma pipa. En la embriagadora y turbia nube de diálogo y crítica, el mínimo resultado se amplifica. Empiezas a creer que las cosas que haces o piensas tienen valor símplemente porque tú las has hecho o pensado. Todos tus amigos te apoyan, les gusta lo que haces. "Está muy bien esta pieza, es muy interesante". Ten cuidado con esta palabrería. En el mundo sobrio, el mundo exterior, en realidad no le importa a nadie. Aquí tienes que ganarte la atención de los demás y el espacio disponible para el reconocimiento y la celebridad es realmente pequeño y apretado. Hasta ahora has inhalado mucha tontería y ha llegado la hora de exhalarla y rehabilitarte.

(Kerry James Marshall. "Cartas a un joven artista". Ediciones el Ciprés, 2010)

Proverbio

En mi mesa de trabajo tengo una agenda-calendario, de esas que llevan una cita a pie de página. Para oxigenar el cerebro, de vez en cuando, pierdo algo de tiempo leyéndolas. La del día 31 de enero reza así:

"Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees" (Proverbio chino)

El mejor regalo

Son las 11:20 h. de la mañana, hoy no he ido a trabajar (este resfriado me tiene medio muerto). Hace unos cinco minutos que alguien ha llamado al timbre de casa, era el cartero y traía una carta certificada a mi nombre. ¡Sorpresa! Mi buen amigo Vicent me envía un libro para felicitarme por mi cumpleaños. "Cartas a un joven artista" (Ediciones el Ciprés). Mas que el libro en sí me emociona el detalle, el saber que ha ocupado una parte de su tiempo en acudir a una librería y seleccionar el libro, pensar y escribir una dedicatoria ... A veces pienso que no merezco un amigo tan atento, sobre todo cuando recuerdo, entre otras cosas, que yo no le felicité el 6 de enero y todavía estoy por llamarle.

MOLTES GRÀCIES VICENT!