Esta mañana, al llegar al trabajo me he encontrado esto encima de mi mesa. Yo lo tengo claro, no es ni pulpo ni calamar, salta a la vista que es una microescultura azucarada del bueno de Ripollés. No sabe Jorge la pasta que acaba de perder haciéndome este regalito.
Azucarada, pero menos cabezona de lo que él suele hacer sus esculturas.
ResponderEliminarSonrío.
Creo que si que a perdido dinero pero como diria un gran amigo:
ResponderEliminar"ES LO QUE HAY"