En noviembre de 1997 me inscribí en un taller de xilografía y linograbado impartido por José Caño, miembro por aquel entonces de "Taller 7". A ese grupo pertenecían también Joaquina Moragrega y Héctor Sos. Los tres eran jóvenes artistas emergentes en la escena cultural castellonense. También participó en el curso una chica, Paloma, de la que ahora no recuerdo sus apellidos y de la que no he vuelto a saber nada.
Aunque el grabado era una disciplina que practiqué durante el último curso que asistí a la Escuela de Artes y Oficios de Castellón (Jaime Giménez de Haro era el profesor) me apetecía profundizar un poco más en la materia. Y algo más importante, tenía la necesidad de intercambiar experiencias e ideas con gente que tuviera intereses comunes (en este caso, además, eran de mi edad). La cosa no cuajo, bien por mi carácter (era tímido hasta la enfermedad, ahora no tanto) o porque ellos no buscaban lo mismo que yo.
Si hay una cosa que lamento por no baber estudiado Bellas Artes es por toda la gente que no he llegado a conocer más que por el puñado de técnicas que puedo aprender en los libros y luego aplicar con más o menos pericia. En fin. Estos son los resultados de aquella experiencia.
La definición más simple de lo que significa andar, sería la de que es un cúmulo de pasos, sin especificar por tanto las características de cada uno de los pasos que se de; vigorosos, tímidos, cortos, largos,... Un paso más Rafa.
ResponderEliminarDos cosas:
ResponderEliminarGracias por tu comentario (y la felicitación a Elena por sus baners) y felicidades por tu cumpleaños, chaval.