Ese mismo día un jamaicano, que responde al nombre de Usain Bolt, pulverizaba con unos estratosféricos 9,58" el récord del mundo de los 100 metros lisos en la final del hectómetro de los Campeonatos del Mundo de Atletismo disputados en Berlín. Guillém y Bolt unidos por la velocidad, uno dando zancazas sobre el tartán de la pista de atletismo y el otro atravesando el canal del parto a una velocidad de vértigo.
lunes, 24 de agosto de 2009
Guillém
lunes, 10 de agosto de 2009
Benicarló, 2/8/09. MUCBE
Anunciación I (L.E. Aute)
El pasado domingo 2 de agosto, Yolanda, Arnau y yo hicimos una pequeña excursión a Benicarló para visitar el MUCBE (Museu de la Ciutat de Benicarló, (http://www.ajuntamentdebenicarlo.org/) del que había tenido noticias a través de la prensa local al celebrarse una exposición retrospectiva de Manolo Boix (http://www.manuelboix.com/) que al final no pude ver. Nuestra intención: disfrutar de las "Transfiguraciones" de Luís Eduardo Aute. Como las palabras no son herramientas que maneje con habilidad y soltura, transcribo a continuación unos fragmentos del texto de presentación de Félix Grande que figuran en el catálogo con el que nos obsequiaron, muy amablemente, a la entrada del museo.
Moderno ritual
... Aute es un artísta arquetípico de la modernidad comprometida, esa modernidad que establece que un creador de nuestro tiempo es un sobreviviente desgarrado... Desatado, libre, masticando compasión y cólera, Aute responde a la adversidad del ser y a la indignidad de la época con sucesivas transfiguraciones de la angustia y la reflexión... Lo sagrado confiere intensidad a la vida y solemnidad a la muerte. Por el cordón umbilical que une a la vida con la muerte transitan los temas recurrentes de Aute: la misteriosa carne, el deseo, la clemencia, el silenio. Con sus temas Aute viste o desnuda a la palpitación sagrada que se contiene en toda criatura mortal... Su pintura es una permanente tensión entre la carne y la desolación, entre la inocencia y el sufrimiento, entre el deseo y la muerte, entre el ritual de los genitales que levantan la arquitectura del placer y el ritual del infortunio compartido. Los omnipotentes desnudos de sus lienzos iluminan la oscuridad de ese templo de la desgracia en donde habitan las presencias amenazadas por su propio dolor y finitud...
No conocíamos bien Benicarló, aunque ya lo habíamos visitado con anterioridad, así que, por azar, acabamos comiendo en el restaurante PAU (http://www.paurestaurant.com/), donde degustamos el menú especial de los domingos y recibimos un trato inmejorable.